Seguro que sabes que el embarazo es un periodo muy sensible en cuanto al crecimiento, desarrollo y los cambios fisiológicos por los que pasan la mamá y el bebé. Por este motivo, la obesidad en el embarazo supone un riesgo para la salud de la madre y su bebé a corto y largo plazo.

La obesidad puede existir previamente al embarazo, o bien surgir de una excesiva ganancia de peso durante el mismo. En ambos casos hay más probabilidad de que aparezcan complicaciones en la gestación y de que la salud de la madre y el bebé se vea afectada.

 

Riesgos de la obesidad en el embarazo para la madre

La obesidad antes del embarazo es especialmente perjudicial ya que la madre se encuentra en un estado metabólicamente alterado al que se le sumarán los cambios hormonales y metabólicos producidos por la gestación. Por ejemplo, la sensibilidad a la insulina disminuye en un 50% aproximadamente en cualquier embarazada, lo que lleva a un estado de resistencia a la insulina parcial que puede convertirse en diabetes gestacional si existe exceso de peso. A destacar, se pueden dar los siguientes problemas durante y después del embarazo:

  • Aborto recurrente y espontáneo
  • Diabetes gestacional
  • Preeclampsia
  • Hipertensión
  • Coágulos
  • Infecciones
  • Exceso de ganancia de peso en el embarazo
  • El triple de riesgo de complicaciones en el parto
  • Dificultad para perder peso tras el parto (puede llevar a un círculo vicioso y aumentar más el peso con cada embarazo), lo que favorece la obesidad y un mayor riesgo cardiometabólico

 

Riesgos de la obesidad en el embarazo para el bebé

La obesidad en el embarazo, tanto previa como procedente de una ganancia de peso excesiva durante el mismo, puede provocar una serie de situaciones en el bebé además de en la mamá. Está demostrado que la salud del feto, del bebé y del niño en el futuro se verá afectada por el ambiente intrauterino. Esto se debe a una reprogramación genética, metabólica y endocrina mediada a través de mecanismos epigenéticos que depende de los hábitos y estado de salud materno. Estos son algunos de los riesgos que conlleva para el bebé la obesidad de su madre durante el embarazo:

  • Crecimiento excesivo del bebé (macrosomia o tamaño excesivo para la edad gestacional)
  • Estrés fetal
  • Pérdida fetal
  • Malformaciones
  • Parto prematuro
  • Obesidad infantil
  • Crecimiento excesivo tras el nacimiento

No obstante, no pretendo alarmar a nadie, solo informar de los datos que indican los estudios realizados. Se trata sobre todo de concienciar a profesionales y a sus pacientes, para que cada uno ejerza su papel del mejor modo posible. Los sanitarios apoyando a la madre para ayudarla, todo sin herir su sensibilidad y siendo comprensivos. Y las madres aceptando la realidad, y entendiendo los riesgos y la importancia de la situación, para poder tomar las medidas necesarias para proteger su salud y la de su bebé.

 

Tratamiento de la obesidad en el embarazo

Aunque el momento ideal para tratar el exceso de peso es antes de la concepción, la realidad es que hay muchos embarazos no planeados así como una baja motivación para perder peso, ante una percepción errónea del riesgo que supone la obesidad para la madre y el bebé. En la mayoría de los casos, las madres se conciencian una vez embarazadas, cuando comienzan a sentirse responsables de la salud del bebé que van a tener. En el embarazo está totalmente desaconsejado PERDER peso, pero hay otras estrategias para mejorar la situación.

No obstante, si estás planeando quedarte embarazada y tienes exceso de peso, el consejo es que intentes evitar ganar más peso. Esto, aunque parezca poco, supondrá un embarazo mucho más saludable.

A lo que iba. Hay que aprovechar esa motivación que surge en el embarazo, ya que es un momento de la vida en que la mujer está especialmente perceptiva y es más consciente de la importancia de su salud.

La actividad física y las intervenciones nutricionales incluyendo el recibir educación sobre hábitos nutricionales adecuados, han demostrado que se puede mejorar el control glucémico y prevenir la ganancia de peso. Además, también se ha demostrado que llevar un diario de la dieta puede ayudar a combatir una excesiva ganancia de peso. Todo esto lleva a reducir el riesgo de diabetes gestacional y de complicaciones en el parto, además de mejorar el peso al nacer del bebé. Además, también se ha visto que mejorar el patrón de sueño (calidad y duración) de la madre, mejora el control glucémico previniendo la diabetes gestacional. Ten por seguro que hay muchos más factores sobre los que se puede intervenir, aunque habrá que valorar cada caso y ver cómo se puede mejorar la situación.

No obstante, la obesidad infantil no es tan fácil de solucionar, dado su carácter multifactorial, en el que tiene un gran peso el estilo de vida familiar, además de la genética. Pero como cada cambio cuenta, no me cabe duda de que si la mamá toma la decisión de mejorar sus hábitos de vida en el embarazo, lo hará de maravilla una vez nazca su hijo porque conocerá la importancia que tiene la nutrición en la salud de toda la familia 😉

 

Y tú, ¿estás embarazada y tienes algo de sobrepeso? ¿Te animas a compartir tus dudas? La solución no está en este ni ningún otro blog, pero ayuda mucho escribir lo que nos pasa y ver que no hay problema en intentar cambiar para mejorar nuestra salud. Te espero aquí abajo!

 

Ah! Y comparte si te ha parecido interesante. Gracias!

 

Referencias

Stuart y cols. Certified nurse-midwives’ experiences with gestational weight management. Nursing for women’s health 2016; 20: 38-50.

Best Start: Ontario’s Maternal, Newborn and Early Child Development Resource Centre. Obesity report. 2014.

 

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