Nos preocupa el hierro, sobre todo a la hora de iniciar la alimentación complementaria, y más aún en el caso de los niños amamantados. Pero, ¿realmente deberíamos preocuparnos? ¿hay algo que podamos hacer para prevenir la anemia por deficiencia de hierro en bebés y niños pequeños?

La realidad es que los niños son un grupo con mayor riesgo de deficiencia de hierro por sus mayores requerimientos, ya que están creciendo a un ritmo muy rápido. No obstante, la prevención es bastante sencilla y tan solo hay que conocer los puntos donde cuidar de la alimentación de nuestros peques.

 

¿Deficiencia de hierro o anemia?

La deficiencia de hierro precede a la anemia como tal, y sucede cuando hay pocos depósitos en el organismo. El modo que tienen los profesionales sanitarios para saber si hay deficiencia de hierro es medir los niveles de ferritina en suero. Determinar el hierro elemental en suero no es fiable porque sus niveles varían mucho durante el día. No obstante, la ferritina tampoco es un marcador perfecto, porque también varía cuando hay infecciones o presencia de inflamación, pero hoy en día es el método más utilizado para estudiar el estado del hierro.

La anemia por deficiencia de hierro ocurre cuando esta deficiencia perdura en el tiempo, provocando una reducción en los niveles de hemoglobina y alterando marcadores celulares de los eritrocitos.

 

Regulación de la absorción del hierro

Lo maravilloso del organismo humano es que es capaz de adaptarse a la situación mediante montones de mecanismos de regulación, como en este caso, el de la absorción del hierro.

Cuando los niveles de hierro bajan en el cuerpo, aumenta la capacidad que tenemos de absorberlo por el intestino. Y al contrario, cuando los niveles son adecuados, disminuye su absorción para no alcanzar niveles excesivos.

Asombrosamente, el feto es capaz de conseguir la cantidad necesaria de hierro de la madre, aunque esta no tenga los niveles adecuados. Además, durante los siguientes meses al nacimiento, la redistribución de sus reservas sanguíneas también es suficiente para asegurar unos niveles adecuados junto con el aporte de hierro de la leche materna. A pesar de que la leche humana no sea excesivamente rica en este mineral, posee características que hacen que el poco hierro que tiene se absorba estupendamente a nivel intestinal, suponiendo un aporte suficiente hasta los seis meses de vida, momento en el cual se han de aportar alimentos que contengan hierro para alcanzar los requerimientos del bebé.

 

Efecto de los alimentos sobre la absorción intestinal del hierro

Es posible que sepas que hay alimentos que favorecen o entorpecen la absorción de este micronutriente. En concreto los hay que actúan en ambos sentidos:

Aumentan la absorción del hierro:

  • Ácido ascórbico o vitamina C (cítricos, bayas, brócoli, pimiento…)
  • Ácido cítrico (cítricos, bayas, cerezas, tomates, alcachofas…)
  • Proteínas de la carne (su hierro se absorbe en un 25%)
  • Leche materna (su hierro se absorbe en un 50%)

Disminuyen la absorción del hierro:

  • Fitatos (salvado de cereales)
  • Polifenoles (café, té, vegetales, legumbres…)
  • Calcio (leche, col, brócoli, alubias…)
  • Leche de vaca

 

Qué funciona para prevenir la deficiencia de hierro en bebés

Existen algunos factores de riesgo sobre los que tenemos bajo o nulo control, como el bajo peso al nacer (<2500 g) y el ser del sexo masculino. Sin embargo, hay otros aspectos sobre los que sí tenemos el control, a destacar los siguientes:

En recién nacidos:

  1. El pinzamiento tardío del cordón umbilical. La sangre que llega de la placenta al recién nacido depende enormemente del momento del pinzamiento del cordón. Estudios realizados a este respecto han confirmado de forma contundente que un pinzamiento tardío (>3 minutos) disminuye el riesgo de anemia a los 4 meses y mejora el estado del hierro en el organismo, sin tener efectos negativos sobre la salud del bebé ni de la madre. Además, es un método muy fácil de implementar a nivel poblacional, más fácil que cualquier intervención nutricional.

Durante los primeros seis meses:

  1. Suplementos de hierro en la leche artificial en bebés hasta 6 meses. Los estudios realizados indican que la leche artificial ha de estar suplementada con hierro (4 – 8 mg/L) para evitar la deficiencia de hierro en los bebés no amamantados. Aunque se desconocen los niveles idóneos en los que la leche debe estar suplementada, se ha visto que niveles muy variados son adecuados para conseguir unos niveles óptimos suficientes para la salud del bebé.
  2. Suplementos de hierro en bebés de bajo peso:
    • 2000-2500 g (prematuros o a término): 1-2 mg/kg y día desde las 2-6 semanas hasta los seis meses
    • <2000 g: 2-3 mg/kg y día

A partir de los seis meses con la alimentación complementaria:

  1. Carne y pescado. Son los alimentos de mayor aporte de hierro de la dieta, y su introducción temprana dentro de la alimentación complementaria ayuda a evitar la deficiencia de hierro en bebés. Si haces Baby Led Weaning, apúntate al método BLISS e introduce un alimento rico en hierro en cada comida para asegurar un aporte suficiente en la dieta del bebé. Así, aunque no se lo coma siempre (recuerda, nada de obligar ni introducir comida en la boca de bebé), lo más probable es que poco a poco tome la cantidad necesaria.
  2. Leche de continuación fortificada. Según los estudios realizados, las autoridades sanitarias recomiendan la suplementación de las fórmulas de continuación para prevenir la anemia por deficiencia de hierro, aunque los niveles más adecuados para ello no han sido establecidos exactamente.
  3. Suplementos en bebés que siguen con lactancia materna y no toman suficiente hierro en la alimentación complementaria. En casos concretos como poblaciones con alta prevalencia de anemia por deficiencia de hierro.
  4. Vigilar consumo de leche de vaca. Hay que evitar el consumo de leche de vaca como bebida láctea principal hasta los 12 meses, ya que la leche de vaca es pobre en hierro y dificulta su absorción intestinal. A partir de los 12 meses, si se toma, que no sea en una cantidad superior al medio litro diario (500 ml).

 

Qué no funciona para prevenir la deficiencia de hierro en bebés

A pesar de algunas creencias populares, y de lo que podría parecer lógico, hay otros aspectos que no funcionan para prevenir la deficiencia de hierro. Echa un vistazo:

En el embarazo:

  1. La suplementación durante el embarazo. Aunque los suplementos de hierro puedan ser necesarios para la madre y su buen estado de salud, los estudios realizados hasta el momento no indican que esta práctica sirva para prevenir la deficiencia de hierro en el recién nacido. El bebé recibirá el hierro que necesite a costa de las reservas de la madre, aunque estas sean bajas.

Durante los primeros seis meses:

  1. Suplementos durante los primeros seis meses de vida en bebés amamantados. Salvo en países donde haya alta prevalencia de anemia a los 6 meses, no se han encontrado evidencias suficientes para promover la suplementación en esta etapa.

A partir de los seis meses con la alimentación complementaria:

  1. Suplementos en bebés que siguen con lactancia materna y no toman suficiente hierro en la alimentación complementaria como medida general. Habrá que valorar cada caso concreto con el pediatra, observando la dieta del pequeño.
  2. Adelantar la introducción de la alimentación complementaria a los cuatro meses. Los estudios realizados no son suficientemente robustos como para recomendar esta medida en países desarrollados. Las desventajas que supondría para la lactancia materna así como para la economía familiar se presentan como argumentos en contra, además de que no está del todo demostrado que suponga un mejor estado de los niveles del hierro.

 

Espero que esta explicación acerca de las formas de asegurar un aporte suficiente de hierro a tu bebé te deje más tranquila. Sois muchos los que os preocupáis por micronutrientes como este a la hora de hacer BLW, pero creo que la medida que propone el método BLISS es muy adecuada. En todo caso, si sospechas que tu bebé no toma suficientes alimentos con hierro, consulta con el pediatra o con un dietista, para valorar la posible necesidad de darle suplementos.

 

Ahora cuéntame, ¿cuánto sabías acerca del hierro en bebés? ¿te preocupaba o no sabías si lo estabas haciendo bien? No te cortes y comparte tu experiencia con los demás. Si te parece que puede servir a otros papis, difunde el post por donde quieras. ¡Gracias por adelantado!

 

Referencias

Domellöf y cols. Iron requirements of infants and toddlers. JPGN 2014.

Durá Travé y Díaz Vélaz. Prevalencia de la deficiencia de hierro en lactantes sanos de 12 meses de edad. An Esp Pediatr 2002.

Qasem y cols. Age of introduction of first complementary feeding for infants: A systematic review. BMC Petidatr 2015.

 

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