En un reciente estudio realizado en el Reino Unido, las investigadoras Madelynne Arden y Rachel Abbott han investigado a un grupo de madres que practicaron BLW para conocer su experiencia.

En general, lo más interesante concierne a los aspectos que más preocupan a las madres, desde la cantidad, el tipo y la forma de alimentación que eligen los pequeños, hasta la relación con la lactancia, la limpieza, etc.

A continuación voy a enumerar una serie de situaciones que te pueden preocupar a la hora de practicar BLW, con el fin de aclararte las dudas que puedas tener. Ten claro que mi intención no es que hagas BLW sí o sí. La decisión será tuya (y de tu familia). Aunque, según mi experiencia personal, es una de las mejores decisiones que hemos tomado relativas a la educación de Álvaro ya que nos hemos evitado varios destetes consecutivos (de la teta a los purés, de los purés a los trozos…)

Además, te he preparado esta infografía para que localices fácilmente tu problema y las posibles soluciones, ya que puede que aparezcan varios problemas relacionados.

Espero que te ayude!

Guía

… me da miedo que se atragante

Es cierto que los bebés que están aprendiendo a comer tienen más riesgo de atragantamiento, ya que tienen comida dentro de la boca y están experimentando la mordida y la masticación. Además, sus vías respiratorias son estrechas. Por estos motivos, el riesgo de atragantamiento preocupa a muchos padres y profesionales de la salud, cuando se trata de BLW.

Aunque no hay estudios rigurosos sobre esto, Cameron y cols. (2012) encontraron que el 30% de bebés que practicaban BLW se atragantaron alguna vez (que no asfixiaron, aunque no habla del grado de gravedad del episodio). Lo interesante es que en todos los casos en los que la madre recordaba el alimento, este fue manzana cruda. Esto es indicativo de que el atragantamiento depende en gran medida de la responsabilidad del cuidador, ya que la manzana cruda es un alimento relativamente duro y crujiente, que puede no ser bien gestionado por el bebé hasta que sepa comer con más habilidad.

No obstante, es posible que el bebé se atragante. Lo fundamental es entender lo que es un atragantamiento. En general, lo que ocurre con mayor frecuencia es que el bebé nota el alimento más atrás en la boca y le dan arcadas, o tose y lo escupe. Para evitar que el atragantamiento se traduzca en asfixia están prohibidos los alimentos de corte circular, cilíndricos como las uvas enteras, frutos secos enteros o en trozos y de consistencia dura, crujiente o gomosa. Para empezar, debes hacerlo con cualquier alimento que puedas romper con la lengua en el paladar de tu boca, o entre dos dedos.

Si, aun así, ocurre el atragantamiento, debes saber cómo actuar en caso de obstrucción de las vías respiratorias (haga tu bebé BLW o no!). En esta página de la biblioteca Nacional de Medicina de EEUU lo tienes muy bien explicado.

 

… me preocupa que no coma lo suficiente

Entre otras cosas, lo que Arden y Abbott han descubierto es que una de las cosas que más preocupa a las madres que practican BLW es que suele darse un retraso en la ingesta real de la alimentación complementaria por parte del bebé.

Tanto desde el punto de vista del momento como de la cantidad, a casi todos los padres nos preocupa que nuestro hijo no coma. Eso es así, y lo sabes 😉

Lo que te debe quedar claro es que lo que para nosotros es poco, para nuestro hijo puede ser suficiente, y para otro niño puede ser demasiado… Es decir, las necesidades de los niños de 6 meses a 1-2 años varían enormemente de uno a otro. Y de un día para otro. Cualquier padre te dirá que su hijo no come casi nada un día y otro día se pone hasta las trancas (como cualquiera de nosotros en Navidad!). Se trata de una variación normal en el apetito y el interés por la comida, hasta que aprenden a regularla y a seguir horarios.

Recuerda que, salvo en muy pocos casos, tu hijo o hija no tendrá ningún problema grave y acabará comiendo “bien” ya sea a los 8, 10, 12, 24, 36 meses… cada pequeño es muy distinto a los demás. No debemos olvidar que los niños dedican toda su infancia a aprender, a dormir, a caminar, a hacer pipí solitos, a comer… por tanto, igual que no tenemos prisa por el resto de actividades que SEGURO que acabarán realizando de forma independiente, no la tengamos por que coman divinamente con una dieta equilibrada desde los 6 meses y 1 día.

 

… me preocupa que no coma nada

En ocasiones no tan excepcionales también ocurre que los bebés tardan bastante tiempo en comer alimentos distintos a la leche materna. Existe un pequeño porcentaje de niños (alrededor de un 6-8%) que no va a mostrar interés por la comida hasta los 8 meses o más (Wright, 2011), y por tanto, en estos casos, la práctica del BLW puede preocupar a los progenitores. De hecho, la OMS indica que la alimentación complementaria no debe realizarse más tarde de los 6 meses. ¿Entonces, qué pasa si mi bebé de 6 meses no muestra NINGÚN interés por la comida pero se comporta de forma normal y está feliz? (recuerda que si come, aunque sea muy poquito, no estás en este caso):

  • Puede que aún no tenga interés en otros alimentos distintos a la leche.

Aquí entra en juego la confianza que tengas en tu bebé. Porque, para seguir adelante sin problemas, debes estar segura de que tu bebé está bien alimentado con la leche que sigue tomando, y confiar en su capacidad para saber cuándo y cuánto debe comer, porque te aseguro que algún día lo hará, cuando sea el momento. Si no te puedes quitar esta preocupación, puede que el BLW no sea la opción para ti y tu bebé, ya que vivirás con ansiedad el momento de la comida y el bebé lo percibirá como algo negativo, pudiendo contribuir aún más a que no avance en su aprendizaje de comer.

  • No haya alcanzado el desarrollo motor y oral necesario para comer de forma autónoma.

En este caso habrá que valorar con el médico si el método más indicado es el tradicional con cuchara, si se puede practicar BLW, o si sería conveniente un método mixto.

Además, en todos los casos, hay que observar el estado del bebé y valorar con el pediatra si es posible que haya un déficit de ingesta desde el punto de vista de la energía total y/o del  hierro, aunque no tiene por qué. En el caso del hierro, el médico podría recomendar suplementos en base a una analítica. Tan sólo añadir que no existen estudios que hayan valorado los niveles de hierro de niños que hacen BLW, pero Daniels y cols. 2015 sugieren introducir desde el principio comidas ricas en hierro como carne en daditos pequeños para prevenir esta deficiencia (para profundizar en este tema puedes leer el post sobre el Baby Led Introduction to SolidS o BLW 2.0).

 

… es porque mi bebé no quiere purés.

Muchas veces ocurre que los padres prueban el método tradicional en primer lugar y cambian al BLW porque el niño se niega a comer cuando le quieren ayudar con la cuchara. No es tan raro, el bebé suele quiere hacer todo por sí mismo ya que así es más divertido. Si te decides a cambiar al BLW por este motivo, puedes esperar fundamentalmente dos posibilidades:

  • El problema se soluciona. Es posible que el niño quisiera explorar por sí mismo los alimentos para comer los que más le apetezcan una vez se haya familiarizado con ellos de forma individual (conocer el aspecto de una zanahoria, de una patata, de un trozo de pechuga…).
  • El problema persiste. Aquí debes plantearte si lo que le ocurre a tu bebé es lo que explico en el punto siguiente. Si esto no lo soluciona, lo puedes afrontar de 2 maneras:
    • Regular, porque el niño no come nada y eso te preocupa (aunque siga tomando leche materna o artificial, que no es poco). En este caso te remito al punto anterior.
    • Bien, porque, aunque el niño casi no coma, la filosofía del BLW lo permite, de modo que hay optimismo y se está convencido de que la situación cambiará con el tiempo.

En los casos en que la situación es tomada de forma negativa por los padres, es difícil solucionarlo sin llamar a la calma ya que la actitud de los padres es fundamental. Si la ingesta de comida se prolonga más de lo que parece normal habrá que consultar con un especialista, pero recuerda que si come, aunque sea muy poquito, es muy posible que sea suficiente y el problema esté solamente en nuestra cabeza.

 

… mi bebé se enfada porque no puede comer

La mayoría de las veces, si el bebé se enfada a la hora de comer es porque tiene hambre (o sueño). Por tanto, lo más importante es no darle la comida con hambre. Aunque pueda parecer contradictorio, las primeras experiencias con la comida son fundamentales, por lo que su estado de ánimo debe ser positivo. Si el bebé está satisfecho después de haber tomado la leche, jugará con la comida y es posible que se la lleve a la boca y descubra sabores y texturas. Poco a poco tomará menos leche y comerá más, casi sin que te des cuenta.

En general, si un bebé está enfadado en esta situación, lo mejor es dejar la comida para más tarde  y probar de nuevo cuando esté de mejor humor.

Si, a pesar de tener todo lo anterior en cuenta, tu bebé sigue enfadándose, puede ser que no tenga las capacidades motoras óptimas para comer (Wright y cols. 2011). Si crees que tu bebé se enfada porque no SABE comer, puedes consultarlo con el pediatra y plantearte ayudarle para ver si así mejora la situación. PERO si optas por alimentarle tú, es muy importante que lo hagas con comida del tamaño y textura adecuada. Prueba con verduras muy cocidas y blandas, grandes, para que las chupe y pueda romper trocitos. Y si no, con purés o papillas, para comprobar si el problema es este. Y sobre todo, nunca le metas nada en la boca sin que él/ella quiera que lo hagas 😉 Ya que si no tiene interés, los trozos podrían ser peligrosos.

Muchas veces los pediatras y enfermeros nos recomiendan la teta y el biberón de postre. Incluso en los casos en que el bebé come bien, puede ser un gran error, porque el niño va tan hambriento que a veces come vorazmente un puré de verduras (con poquísimas calorías) y luego no tiene “sitio” para comida más calórica. Si ha estado tomando leche toda su vida, no podemos quitársela de golpe el día que cumple 6 meses, ¿no te parece?

 

… no quiero que ensucie tanto

La realidad es que el BLW es algo sucio, pero no hay ningún método que sea 100% limpio e infalible con bebés, en ninguno de los aspectos de su cuidado (mmm,… hola cacas en la pared! :D).

Durante los primeros meses (desde los 6 a los 9 aproximadamente), los bebés no van a identificar la comida como un alimento que les quita el hambre, sino como un elemento más de su aprendizaje. Primero van a tocarla y manosearla, para luego llevársela a la boca (en esa edad se lo llevan tooooodo a la boca, quien no haya visto a su bebé chupando la suela de un zapato…) y así por casualidad descubrirán que tiene un sabor. A medida que pasen los días, lo harán mejor y cada vez comerán más, casi siempre por casualidad e interés de saborear, más que por puro hambre.

Puedes poner un mantel de plástico bajo la trona, y si tienes mascota el problema casi desaparece! En casa no tenemos animales de compañía, pero tenemos a mano la fregona y servilletas absorbentes con las que cogemos los trozos. La verdad es que una vez lo aceptas, tampoco es para tanto. Y son solo 6-8 meses de relativa suciedad, desde ahí mejoran bastante.

En cuanto a los cubiertos, una vez llegue el momento de usarlos, te lo harán saber queriendo cogerlos para utilizarlos como sus papás. Entonces también habrá algo de suciedad, pero verás como avanzan más rápido de lo que te esperas para ser independientes (y eso es una pasada para los padres!).

 

… qué hago si enferma?

Uno de los primeros cambios que percibimos cuando un bebé está enfermo es que su apetito disminuye. Es frecuente que prefieran el pecho o el biberón, pero si este no es el caso, te preguntarás si debes respetar su ayuno cuando están malitos.

Según Cameron y cols. (2012), en caso de enfermedad puede ser necesario desviarse ligeramente del método BLW para ayudar  al bebé a comer. Ofrécele comida “fácil” y leche (teta o biberón). Y, como siempre, haz caso a tu instinto. Tienes que prestar atención al niño e intentar interpretar sus necesidades con la mayor lógica posible. Si, aun ayudándole a comer, el pequeño se niega a hacerlo, no debemos obligarle.

Nosotros hemos observado que Álvaro mama más cuando está malito, y come algo menos, sobre todo prefiere las frutas fresquitas como mandarinas y uvas. Yo creo que es lo que nos pasa a todos cuando estamos malos, no nos apetece cualquier comida. A ellos les pasa igual, pero hay que entenderlos y ofrecerles algo de variedad (sin pasarnos, tampoco se trata de montar un buffet!).

 

… mi pediatra me lo desaconseja/me aconseja empezar con purés

A pesar de que la OMS aconseja empezar la alimentación complementaria a los 6 meses, algunos pediatras recomiendan a los padres que empiecen antes. Si estás dando el pecho y tienes que empezar antes porque tu trabajo te obliga a separarte de tu bebé, puedes hacerlo con papillas de cereales (sin azúcar mejor!) o frutas, en lugar de leche artificial. Y una vez el bebé tenga 6 meses, ya puedes ir eliminándolas para introducir los alimentos enteros.

Si por el contrario puedes esperar a los 6 meses porque tu situación te lo permite, es totalmente factible evitar los purés.

Aun así, es posible (y frecuente, tristemente) que tu pediatra no esté de acuerdo con el BLW. Si te ves en esta situación y estás convencida de que quieres hacerlo, tienes varias opciones:

  • Decirle que lo vas a hacer igualmente, y que irás comentando con él/ella los progresos de tu hijo. A ver si así se recicla… 😉
  • Decirle lo que quiere oír y hacer lo que quieras. Esta opción es algo radical, pero a mí por ejemplo fue lo que me funcionó, y desde la visita de los 12 meses volvemos a ser tan amigas (entonces sí le parecía bien que comiera la comida del resto de la familia).
  • Buscar otro pediatra que esté de acuerdo con la práctica del BLW. Esta opción igual es más factible en el futuro, pero hoy en día no hay muchos que conozcan bien el método.

 

…no quiero seguir con la teta

A pesar de que muchas madres optan por el BLW por ser un método “más respetuoso” con la lactancia, puede que no sea tu caso. Si estás dudando aplicar BLW por este motivo, intentaré despejar tus dudas.

El BLW se puede realizar tanto en bebés con lactancia materna como en bebés que toman leche en biberón. Lo más importante a tener en cuenta no es el origen de la leche que toma, sino cuándo la toma. Es posible que tengas prisa por introducirle la alimentación complementaria, si este es tu caso y no puedes esperar, ten en cuenta que el BLW solo se puede iniciar cuando el bebé tiene las capacidades motoras suficientes (se sienta solo, ha perdido el reflejo de extrusión y muestra interés por la comida). Si empiezas antes, tendrá que ser con triturados o chafados (frutas, cereales sin azúcar…).

Si tu hijo tiene más de 12 meses y aún no ha dejado el biberón, te recomiendo mi post “Cuándo dejar el biberón”.

No obstante, si tu bebé tiene más de 12 meses, no se considerará BLW sino una transición a la comida normal como cualquier otro niño que haya tomado purés.

El bebé sigue siendo el que decide cuándo y cuánto toma, del mismo modo que hará con la comida. PERO tú serás la encargada de ofrecerlo en el orden correcto.

Recuerda que hasta los 9 meses aproximadamente primero tomarán leche y luego la comida, tanto si sigues el método tradicional como si es con BLW (esta edad depende del niño y de la toma, el mío con 14 meses aun suele desayunar teta, y mama antes de comer o cenar algunos días sí y otros no).

 

Sea cual sea tu caso, si no estás a gusto con el método BLW por cualquier motivo y no logras solucionarlo, o si no ves a tu bebé bien alimentado, no dudes en ponerlo en conocimiento del pediatra. Son sólo 6-8 meses de alimentación con una manera diferente a la tradicional (después de los 12 meses todos los bebés deben empezar a comer comida “normal”), y aunque tenga muchas ventajas no es la panacea, así que no pasa nada por abandonar si no te encaja. O por hacer BLW mixto con papillas y purés. No hay una manera perfecta de hacer las cosas 😉

Me encantaría conocer tus inquietudes acerca de este método, o si hay otros aspectos que te preocupen y que yo no haya recogido aquí. Si lo has practicado en casa, ¿qué es lo que más te costó superar? ¿Confiabas en tu bebé desde el principio? Son este tipo de comentarios los que ayudan mucho a las mamás que se están planteando hacer BLW.

Si te ha resultado interesante me encantaría que lo compartas, ¡muchas gracias!

 

Referencias completas

Arden MA, Abbott RL. Experiences of baby-led weaning: trust, control and renegotiation. Maternal Child Nutr. 2014;11(4):829–44.

Cameron SL, Heath AL, Taylor RW. How feasible is baby-led weaning as an approach to infant feeding: a review of the evidence. Nutrients 2012; 4: 1575–1609.

Cameron SL, Heath ALM, Taylor RW. Healthcare professionals’ and mothers’ knowledge of, attitudes to and experiences with, Baby-Led Weaning: a content analysis study. BMJ Open. 2012;2:1–9.

Daniels L, Heath AL, Williams SM, Cameron SL, Fleming EA, Taylor BJ, Wheeler BJ, Gibson RS, Taylor RW. Baby-Led Introduction to SolidS (BLISS) study: a randomised controlled trial of a baby-led approach to complementary feeding. BMC Pediatr. 2015;15(1):179.

Wright CM, Cameron K, Tsiaka M & Parkinson KN. Is baby-led weaning feasible?When do babies first reach out for and eat finger foods? Maternal and Child Nutrition 2011;7: 27–33.

Share Button