Es frecuente escuchar que no se debe de dar pescado a los bebés hasta los 10 meses o el año. Tampoco nos queda claro si hay que insistir en algún tipo cuando estamos embarazadas o dando el pecho. Y también, todas hemos oído hablar del peligro de ciertas especies de pescado por su alto contenido en mercurio, pero no acaba de quedarnos claro cuánto pescado podemos consumir, o si hemos de tener precauciones con bebés y niños. En el post de hoy os hablo del pescado en la dieta de embarazadas, madres lactantes, bebés y niños.
Justo hace unos días se publicaba un Documento de Consenso realizado por el Grupo de Estudio de la Prevención de la Exposición al metil-mercurio en España (GEPREM-Hg), que va a disipar todas nuestras dudas en cuanto al mercurio del pescado. Pero antes, nos ponemos un poco en situación 😉
Pescado como alimento
El pescado es un alimento altamente nutritivo, muy adecuado para la alimentación de todos los grupos de edad por sus efectos beneficiosos. Y más aún para embarazadas y madres lactantes. Se recomienda consumirlo de 2 a 4 veces por semana, siendo como mucho la mitad de las veces pescado azul (graso). Sus componentes más interesantes desde el punto de vista nutricional son los siguientes:
- Proteínas: el pescado es rico proteínas de gran calidad y fácil digestión, que contienen aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede sintetizar. Estas proteínas son un complemento perfecto al resto de la dieta, predominantemente vegetal.
- Vitaminas: A, fundamental para la vista y el sistema inmunitario, y D, encargada de facilitar la absorción del calcio y por tanto esencial para una adecuada salud ósea.
- Minerales: como el fósforo, magnesio, selenio y yodo, en el caso del pescado de mar. El yodo es muy necesario durante el embarazo y la lactancia, por lo que el consumo de pescado en estas etapas es beneficioso para un buen desarrollo del bebé. Además, si se consume con espinas (por ejemplo sardinas en lata), el pescado también aportará calcio.
- Ácidos grasos esenciales: el pescado es rico en ácidos grasos omega 3, como el α-linolénico, eicosapentaenoico o EPA, docosahexaenoico o DHA. Éstos son ácidos grasos poliinsaturados que presentan efectos beneficiosos sobre múltiples aspectos de la salud (cardiovascular, cerebro, vista…).
Según su cantidad de grasa, los pescados se clasifican en:
- Magros o blancos (menos de un 1 % de grasa): merluza, bacalao, lenguado, gallo, fletán, pescadilla…
- Semigrasos (de 2 a 7% de grasa): emperador, trucha, salmonete, besugo, palometa…
- Azules (más de un 7 % de grasa): sardina, caballa, arenque, anchoa, boquerón, atún…
Alergia al pescado
En cuanto a la edad de introducción del pescado en bebés, es seguro hacerlo a partir de los 6 meses. No se han encontrado evidencias para retrasar su introducción con el fin de minimizar la alergia. Lo único que está realmente contrastado para disminuir el riesgo de alergia es recibir leche materna hasta los 6 meses. En algún caso se ha contemplado retrasar la introducción del pescado hasta los 3 años en niños con alto riesgo de alergia, pero esta opción fue rápidamente descartada por los riesgos que conllevaría de déficit de ingesta de ácidos grasos esenciales. Por tanto, a partir de los 6 meses se pueden dar todos los tipos de pescado (blanco y azul) bien cocinados, excepto los de alto contenido en metil-mercurio. Se debe hacer observando al bebé y sin introducir otros alimentos alergénicos al mismo tiempo (huevos, leche, frutos secos…). Ah! Y ojo con las espinas! 😀
Si tu bebé tiene alergia al pescado has de llevarlo al pediatra para que evalúe y confirme el diagnóstico. Si se confirmara y le estás dando el pecho, no deberías comer pescado para no pasarle los alérgenos. Lógicamente, esto siempre lo tiene que supervisar un especialista.
Mercurio en el pescado
No obstante, junto al resto de nutrientes tan importantes desde el punto de vista de una alimentación saludable, el pescado también contiene contaminantes potencialmente peligrosos si se consumen en exceso. Estos son fundamentalmente metales pesados (plomo, cadmio), hidrocarburos aromáticos policíclicos, dioxinas, furanos, y mercurio, cuya fuente principal de exposición para las personas es el pescado.
Debido al modo en que se acumula en la cadena alimentaria, el mercurio se encuentra en mayor cantidad en las especies predadoras de gran tamaño como el pez espada, el atún, el tiburón y la ballena (aunque esta no la consumimos en España).
Recomendaciones de consumo de pescado
Tras llevar a cabo un riguroso estudio este mismo año, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ha indicado que ha de minimizarse el consumo de pescado con alto contenido en mercurio, pero no ha dado normas concretas, debido a la gran variabilidad de pautas alimenticias entre países. Por lo que remite a los países esa tarea. En el caso de España, el mencionado documento del GEPREM-Hg que he utilizado para este post, explica detalladamente las recomendaciones a seguir en nuestro país. Y estas son las siguientes:
Frecuente: varias veces por semana. Moderado: máximo 2 veces por semana. Limitado: máximo 1 vez por semana. Ocasional: adultos máximo 2 veces al mes, A EVITAR POR EMBARAZADAS, MADRES LACTANTES Y NIÑOS HASTA 14 AÑOS.
¿Se elimina el mercurio lavando o cocinando el pescado?
Dado que el 90-100% del mercurio se encuentra en forma de metil-mercurio, unido a las proteínas del pescado, éste no se puede eliminar mediante ningún proceso en la preparación del mismo.
Riesgos de su intoxicación
El mercurio es un tóxico medioambiental, con efectos negativos sobre la salud y el ecosistema. En general, la población está expuesta a pequeñas cantidades de este mineral, pero como es de esperar, la aparición de efectos de intoxicación depende de la dosis, la edad, la duración y vía de exposición, además de otros factores individuales.
En adultos, la intoxicación por mercurio puede conferir más riesgo cardiovascular, y problemas de reproducción y cognitivos. Aunque es en fetos y bebés en quienes sus efectos son más perjudiciales, ya que en este caso el mercurio afecta al desarrollo del sistema nervioso. En casos extremos puede provocar retraso en el desarrollo, ceguera, sordera y alteraciones en el tono muscular y en los reflejos de los tendones. En niños, la neurotoxicidad a dosis menores puede provocar problemas de memoria, lenguaje, atención y habilidades verbales, entre otros.
Recomendaciones generales sobre consumo de pescado para bebés, niños pequeños, embarazadas y madres lactantes
- Consumir pescado rico en ácidos grasos esenciales y bajos en metil-mercurio: caballa, sardinas, salmón, trucha, anchoa y arenque.
- Evitar el máximo posible el consumo de atún en lata, debido a la gran variabilidad de contenido de mercurio de éste. Sustituirlo por caballa, que es muy parecida y tiene bajo contenido en mercurio.
- Evitar el consumo de merluza de gran tamaño, superior a 2 kg (todo el pez).
- El fletán atlántico no es recomendable por su gran tamaño, sin embargo el de Groenlandia es más pequeño y tiene mucho menos mercurio. Si lo consumís en casa, entérate de qué tipo es.
- El tamaño de la ración de pescado debe ser de 125 g para adultos, y 70 g para niños. Este factor es determinante a la hora de disminuir el riesgo de ingesta excesiva de mercurio.
Espero que te venga bien toda esta información, estoy segura de que ahora comerás pescado con mucha más seguridad. Anímate a comentar qué pescados te gustan más a tí y a tus hijos. Al mío te adelanto que le chiflan todos desde el primer día! Jeje! Y a mí, pues también 😀
Si te ha gustado el post y te parece interesante compartirlo, te lo agradezco enormemente 😉
Referencias:
European Food Information Council: enlace.
European Food Safety Agency: enlace.
Asociación Española de Pediatría: aquí y aquí.
European Society for Paediatric Gastroenterology Hepatology and Nutrition: enlace.
Qué interesante. Un post de lo más útil. La verdad es que en casa comemos el pescado de la tabla de “Frecuente”. Somos muy de lubina, dorada, sepia, merluza, pulpo… Y bien ricos que están
Mmmm…
Muchas gracias Diana por tu comentario! En casa también comemos bastante de la tabla de “frecuente”, aunque nos encanta el sushi y algunas veces comemos atún, que nos encanta. Pero como yo estoy con la lactancia, casi no lo he comido desde hace 2 años… ains qué rico está el mercurio… Jajaja! 😀
Hola, me ha sorprendido que recomiendes pescado de piscifactoría en lugar de salvaje, tenía entendido que los peces de piscifactorías los alimentan con comida insana industrial y además los atiborran a antibióticos , vamos que yo estaba convencida que los peces de piscifactoría es mejor evitarlos.y consumir mejor los salvajes , al salmón le echan tintes para qué tengan color rosado por ejemplo, esto no es malo para la salud?
Hola Rebeca! Gracias por el comentario. En primer lugar aclarar que no es que “recomiende” los pescados de piscifactoría. Es que el estudio que cito los recopila de esa forma, e indica que esos pescados de piscifactoría en concreto no presentan riesgos por alto contenido en mercurio, por lo que pueden consumirse con frecuencia sin problemas. En cuanto al efecto concreto de las piscifactorías, en mi opinión, depende mucho de la especie. Hay especies que son completamente fiables para su consumo aunque sean de piscifactoría (y de hecho, en la mayoría de los casos, se puede considerar que son más sostenibles). En el caso del salmón, el color en sí no es lo más importante, porque se consigue con pigmentos naturales. En este sentido las posibles críticas podrían venir de algunos contaminantes que se han encontrado en algunos salmones de piscifactoría, posiblemente derivados de los piensos utilizados, aunque los niveles que se han observado no han llegado a ser tan excesivos como para desaconsejar su consumo. Sobre todo teniendo en cuenta los posibles beneficios de su consumo por su contenido en omega-3 por ejemplo. Espero haberte contestado 😉 Un abrazo!
Gracias por el post. Es muy interesante.
¿Podrías hablarnos también de los metales pesados como el cadmio en el pescado? He leído la siguiente información y me preocupa: http://www.elmundo.es/grafico/salud/2015/01/22/54c0e94b22601d606b8b4576.html
Muchas gracias.
Gracias Ana. No se si el enlace está bien porque no he leído mucho sobre el cadmio, pero me lo apunto como posible tema para escribir. Un saludo!
Hola, mi hijo de 27 meses es alérgico a merluza y derivados (desde la primera ingesta, shock anafiláctico). La alergóloga me dijo que nada de pescado de momento (puede que atún y emperador más adelante ).
Estoy preocupada por el posible déficit de nutrientes al no tomar pescado, y tanto alergóloga como pediatra no le dan importancia.
Seguimos con lactancia (y suplementos yo de yodo), pero pescado como bastante poco.
¿Qué opinas? Gracias
Hola Silvia! Gracias por tu comentario
No te preocupes por que no pueda tomar pescado, sus nutrientes los pueden aportar el resto de alimentos de su dieta. El omega 3 es el más concreto del que podemos hablar, porque proteínas, vitaminas, minerales, etc. ya van en toooodos los demás. Para aportarle suficientes omega 3 procura ofrecerle nueces (las puedes triturar y mezclar con queso de untar por ejemplo!), almendras, soja o tofu, y aguacate! Un abrazo!
Hola tengo 2dos meses de aver dado aluz puedo comer pescado Ono ?
Hola Marisol! Claro que puedes, y debes! Si te gusta y quieres, claro!
Hola. Tengo 25 dias de haber dado a luz, mi bebe tiene intolerancia a la glucosa y otras cositas, asi que tengo una dieta estricta.. no puedo consumir quesos ni cremas ni nada con azucar.. sera prudente que consuma sardina en lata? Y atun enlatado.?
Hola Edimar, esa intolerancia me resulta bastante extraña… sin más datos no te puedo decir mucho. En cuanto al pescado, no hay problema en consumir sardinas, pero el atún cámbialo mejor por bonito, atún claro, caballa… para evitar los que tienen más mercurio. Un saludo!
Hola! Estoy un poco preocupada he comido en muy pocas ocasiones un poco de atún rojo crudo o cocinado, estoy lactando aún y me han comentado que puede ser perjudicial para mi bebe. En más de dos años ha sido en contadas ocasiones y en pequeñas cantidades por qué intento eviatarlo. He hecho mal? Un saludo gracias.
Hola Nazaret! Gracias por tu comentario. Todos recibimos en todo momento sustancias del exterior que son buenas/malas y ni buenas ni malas. No te fustigues por lo hecho, intenta no comerlo pero si esto ha ocurrido ya, no puedes hacer nada. Sigue adelante y tranquila