Como se suele decir, a cada familia le funciona un método, o mejor dicho una forma de hacer las cosas. Método suena a unas normas estrictas, y eso es generalmente lo menos parecido a la realidad de una familia. Si eres tienes hijos o niños a tu cargo sabrás muy bien que siempre hay que andar cediendo, negociando… hasta implorando de vez en cuando (ay que ver lo que llegamos a hacer a veces por puro agotamiento…).
En muchas ocasiones el tiempo pasa y vemos que hemos caído en un círculo de prisas y soluciones rápidas en el que no cabe la paciencia, el ejemplo y los progresos asombrosos (eso mejor lo dejamos para padres de otro planeta). La cosa es que sea cual sea el motivo, tu hijo aún come triturado, y muy pocos trozos o lo hace muy lentamente. ¿Te suena? Si es así, ¡este post es para tí! Si no ves la manera o el momento de pasar de purés a trozos, sigue leyendo.
Solo quiere purés
Todos hemos conocido niños que solo quieren purés hasta bien entrada la infancia, o a quienes incluso hay que darles de comer. Es simple, los niños se acostumbran, son de rutinas, no les gustan mucho los cambios. Por eso lo mejor es hacerlos en su momento y con ganas. Y si se nos hace tarde, tener paciencia, perseverar y nada de prisas, que los niños no entienden del tiempo. De lo que sí entienden es de motivación.
En lo que a la alimentación se refiere, cuando empezamos podemos optar por que el niño coma solo (baby led weaning) o por darle purés y triturados como se viene haciendo desde hace ya bastante tiempo. He de dejar claro que si se hacen bien todas las formas son válidas, aunque cada una tenga sus ventajas, claro. Y con bien me estoy refiriendo al tipo de comida que se le da al bebé (sin sal ni azúcar, bien cocinada, en sus proporciones adecuadas de proteína…) y a la forma de proporcionársela (sin forzar, después de tomar la leche hasta al menos los 12 meses, en un ambiente tranquilo y con el bebé calmado y contento).
Efecto de la textura de la comida sobre el desarrollo del niño
A partir de ahí las ventajas de cada manera de dar la comida a nuestros hijos son más de estilo práctico y para su desarrollo, que no es poco. Si damos purés puede que manchemos menos (puede, sólo puede) y si hacemos BLW puede que sea más fácil salir de casa y comer por ahí (puede). En todo caso, muchas veces los que tenéis hijos que han empezado con triturado os preguntáis cómo pasar de purés a trozos.
En el caso del desarrollo, la edad de introducción de cada tipo de comida ejerce una influencia sobre aspectos como son la masticación y la aceptación de alimentos a largo plazo:
Masticación
La masticación es algo que se aprende, igual que el bebé aprende a gatear y luego a andar. Si no se practica, los músculos no se desarrollan y luego será más difícil empezar, ojo, no imposible. Imagina que no dejas que tu bebé camine hasta que tenga dos años, seguro que en ese momento le cuesta un poco más, y puede que ya no le apetezca intentarlo porque se haya acostumbrado a su situación sedentaria. Eso sí, no me negarás que seguro que acaba caminando como cualquier otro. Pues algo parecido ocurre con la masticación. Los niños saben masticar, dilo como un mantra si lo necesitas 😀
Aceptación de alimentos
Se sabe que la introducción tardía de alimentos en trozos a los 10 meses o más conlleva una menor aceptación de alimentos saludables como las frutas y verduras, así como más problemas de alimentación a los 7 años (Coulthard 2009). Además, la variedad de alimentos ofrecidos de forma reconocible (es decir, en trozos) también facilita su posterior aceptación. En otras palabras, si no han probado un alimento nunca, cuanto más tarde lo prueben, peor.
Beneficios de la lactancia sobre la masticación
La lactancia se asocia a una mejor masticación porque en el movimiento que hace el bebé al mamar se ejercita la mandíbula del mismo modo que al masticar los alimentos. Al contrario, este movimiento es el opuesto en el caso del biberón, por lo que los bebés que han tomado biberón pueden tardar algo más en aceptar los trozos. No obstante, si se hace de forma progresiva, no te preocupes que ya irán ejercitando los músculos de su carita, como cualquier otro músculo del cuerpo cuando empiezan a moverse, sentarse y levantarse. ¡Ya sabes lo rápido que evolucionan!
Mejor prevenir que curar
Si aún estás a tiempo, para mejorar la aceptación de trozos y alimentos en general, lo más recomendable es hacer baby led weaning. En su defecto, siempre siempre ofrecer trozos antes de los 10 meses (6-10) y no a los 10 o más tarde (Northstone 2001). Esto es totalmente compatible con las papillas y purés, puedes empezar con estos si quieres para comer o cenar, y ofrecer comida en trozos en otros momentos del día como almuerzo y merienda (frutas, pan untado…). Poco a poco puedes poner los segundos platos en trozos también, y luego pasar a chafar en vez de triturar, para acabar dejando todo entero. Lo que pasa es que estos meses pasan volando, y no puedes acomodarte en una forma de darle la comida, hay que evolucionar sin parar.
Qué hacer cuando se nos ha pasado el momento y parece demasiado tarde
Lo mejor es prevenir, pero no siempre hemos tenido el tiempo o los conocimientos necesarios, no hay necesidad de sentirse culpable. Según estudios como el de de Sakashita (2004), a partir de los dos años y medio comienza a ser más difícil introducir nuevos alimentos, pero la capacidad de masticación no se ve afectada en general, así que no hay que desesperar. Hay solución.
Deberás tener paciencia, motivar y alentar a tu hijo, y no dejar de ayudarle de un día para otro si venías haciéndolo. Si quiere que le des de comer, prueba a estar ocupado/a en otra cosa, a alternar una cucharada tú, una él,… Y ante todo, tiene que tener hambre para querer comer. Evita darle comida a todas horas, piensa que con unas 5 comidas bastará. Para acabar, aclarar lo evidente, que la comida debe ser saludable, que y no puedes premiarle por comer. Si no quiere, no te preocupes, ofrece los platos que haya ese día, y como mucho fruta o yogur natural de postre. No te rindas y pronto comeréis todos juntos tan a gusto!
¿Has conseguido el cambio y quieres compartirlo? ¿Ves alguna dificultad más? ¿Esto no funciona con tu hijo? ¡Te espero en los comentarios! Y ya sabes, si te apetece, comparte Gracias!
Referencias
- Northstone y cols. The effect of age of introduction to lumpy solids on foods eaten and reported feeding difficulties at 6 and 15 months. 2001.
- Coulthard y cols. Delayed introduction of lumpy foods to children during the complementary feeding period affects child’s food acceptance and feeding at 7 years of age. 2012.
- Sakashita y cols. From milk to solids: a reference standard for the transitional eating process in infants and preschool children in Japan. 2004.
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